miércoles, 29 de enero de 2014

Antes de conocerme (28-1-14)

Puedo ponerte
un sol rojo hundiéndose
en el mar, como te gusta;
pero el amor
no se compra y lo sabemos.
Puedo ponerte
en frasquitos transparentes
mis huesos y órganos
batientes;
pero la mirada intensa
que define lo profundo,
no está en venta.
Puedo llenarte
de palabras escogidas,
significantes, sentidas,
pero no se consigue a cambio
el aluvión del deseo.
Puedo amar inmensamente
tus hondonadas y tus risas,
pero la mano plena
fundiéndose en la mía
no podré tenerla.
Puedo caminarte
desnuda una y otra vez,
pero el calor real
se te quedó enclaustrado
en el arcón irremediable
de los miedos.
O tal vez gastaste
todo el bagaje de sueños y locura
treinta y dos veces
antes de conocerme.




domingo, 26 de enero de 2014

TUS MANOS ESTARÁN SIEMPRE EN MI PELO (13-8-1990)

Tus manos estarán siempre en mi pelo.
Siempre. Como estuvieron.
Los días de fiebre en mi cama,
el despertar al cumplir años,
tus manos allí, a veces deteniendo
a veces dando.
Emblema que forjó
las curvas de mi arcilla
y en las mañanas frías de Balcarce
pusieron moños y hebillas,
desenredaron mechones encardados,
perfumaron pañuelos tan lavados,
condujeron cacerolas, nuestro auto,
cosieron polleras que gasté a golpes;
pero sobre todo: acariciaron.
No se compran un par de manos
que acaricien,
y menos que acaricien tantos años.
Tus manos estarán siempre en mi pelo.
Cada vena, cada desnivel
impresos me quedaron.
No importa que exista la distancia,
no es lo físico lo que me acompaña,
siento el calor que viene de ellas
y lo guardo, lo palpo y agiganto.
No es la cercanía la que da lo verdadero,
cuando ya han crecido paralelos
mi amor y mi cuerpo;
por eso, siempre – y al decirlo te siento-
tus manos estarán aquí, sobre mi pelo.-




viernes, 24 de enero de 2014

POLUCIÓN Y PSICODELIA (13-8-1990)

A la vuelta del camino de los días,
la foto del Che mirando hacia la nada,
unos cuadernos que repiten
los sucesos que pasaron,
una soledad amiga en ropa íntima.
A la vuelta del camino de los días,
un mundo que no facilita
ser real y ser franco.
La juventud me ha dejado mil pasiones
y también las ha lavado.
No imaginé allá entre las sierras
me aguardaran madrugadas
de polución, de psicodelia;
no imaginé que la vida
podía ser tan explosiva,
granadas lanzadas desde adentro,
municiones encendidas en el cielo.




NO ME DIGAS (9-7-1990)

No me digas que Borges inventó
eso de los espejos repitiendo imágenes
o que Gabo imaginó ilusamente
la vida como ciclos anillados.
No es así. No inventaron. No es mentira.
La realidad a mi me dio ciclos
y espejos encontrados.
Camas amarillas, marrones, azules;
lentos de Phil Collins,
manos más dulces, más duras,
mis dedos escribiendo poesía,
mis ojos llorando, estudiando,
hombres repitiendo lo mismo,
hombres que no piensan y pensando,
hombres de pasado como marcas de yerra,
mis pasos salpicando mis tobillos
por las diagonales en días de lluvia,
días de neblina espesa y serena,
indiferencia y comprensión;
mis dedos de nuevo en la hoja,
mis lágrimas de nuevo rodando.
No me digas que Borges y Gabo
no vivieron, así como escribieron
si somos igualmente condenados…
Y me sigue dando fuerza el movimiento
circular (sí, también circular)
de esta lapicera que desgrana
duelo y desventura de los labios,
las ansiedades que pasé
volverán como un verano,
las emociones, las dudas retornarán
al ruedo. Sé esperarlas,
espejos, cielos, garabatos…
La sangre es un río cerrado.
Y sí, Almafuerte, sos un pesimista
y a veces siento que
tenés razón, tanta razón
que da miedo aceptarlo.


21 hs

lunes 9 de julio de 1990



lunes, 13 de enero de 2014

MIRYAM, COMO VIENTO REVUELTO (19-8-1990)

Como se revuelca el viento
en remolinos sobre calles de tierra
acrisolando hojas y polvo
y luego, desechándolos;
como escribir una historia
que tiene cien comienzos
y no lleva un hilo seguro,
y del fin… del fin, quién sabe!
Así he visto tu vida,
tu lumbre amarilla, la caída de tu ropa.
Remolino abstruso
que a veces se ahoga
porque su eje es delicado,
nos juntó y mil veces
fuimos llanto y soldado.
Yo sé, que los pasos se dan sola,
pero me gusta al viajar
sentir tus pasos.
Me gusta extender los dedos,
saberte viva,
que la melancolía añil
eterna y triste,
endulce nuestros tramos.-