domingo, 12 de julio de 2015

Sobre su cofre de madera oscura

Confunde paciencia con cobardía,
porque así se lo impuso
el cerebro bien circunvolado.
Al deseo de Ser
le colgó el cartelito “En desuso”
y se creyó y juró
que estaba derogado.
Reitera movimientos y palabras
sólo con fin utilitario;
y se convence:
somnífero goteo de su diario,
que es justa la inversión
en la empresa de la vida.
Mientras se puso el Ser feliz
a plazo fijo,
vive los domingos
como inversor de bolsa;
envenenado mecanismo que lo asiste
para poner, poner y poner
y sonreir si crecen las acciones,
aunque sean  sólo ilusorios
vacuos, inanes espejuelos
que caerán amontonados,
vanos y en racimos
sobre su cofre de madera oscura.