sábado, 30 de marzo de 2013

GEOGRAFIA IMAGINARIA (AGOSTO 2012)


En lugar de tatuajes
llevo escritos ideogramas.
La palabra con sentido
es como dominar un arma.
Las punzantes flechas
del Rey
se clavarán a miríadas
en mi espalda.
Arrancalas para escribir,
sangre de tinta y savia.
Geografía imaginaria
de la hembra argentina,
jamás vil, nunca calma.
El mismo recorrido
es tan distinto
si la china deshace
sus trenzas largas…
Contame despacio
el vértigo de un cuento
de Aira.
Mi cuerpo es pampa
y no desierto,
guerrero escriba
ojos de plata

jueves 2 de Agosto de 2012- madrugada en la UTI

martes, 26 de marzo de 2013

TRÉMOLO (2011)


Inequívoca
sucesión de sonidos
despegando
mis pastillas de cuarzo.
Después de un solo
intempestivo
se arquearon
los dedos de mis pies
descalzos.
Señal que parte del punteo
de tus dedos
y se hace eléctrico
overdrive
en carne brava.
Tus cuerdas de metal
ya no lanzan
trémolos,  ni gritos;
se transforman
en roces
que rasguñan y trepan,
en rodantes fluidos
que me surcan y queman.


lunes, 25 de marzo de 2013

SOLILOQUIO DE DOMINGO (NOV 2011)


Cuando creo que estoy fuerte,
que tengo todo resuelto,
razonado;
basta que escuche
tres acordes de tu música
para que desaparezca el suelo.
Y vuelven los besos
que deshacen los cordones
de mis botas
y después dejarán
la insidiosa sensación
de un aguaviva.
Cuando ya me fui
de la historia circular,
un lazo, un látigo
tuyo me devuelve
al cuento.
Materialismo dialéctico
no me sirve, de cerco ni soldado.
Jaspers se rasca escéptico
sus matas de pelo cano.
Me queda la hipnosis,
la filosofía Zen.
Buscar el  borrador,
que no he encontrado…


sábado, 23 de marzo de 2013

RAYUELA (2011)


El juego. Es un juego
toda mi vida.
Cada vida.
En un instante, una mañana
se arroja el tejo
y recomienza.
UNO.
Voy a pisar con pie derecho
por esos sortilegios
en los que no creemos,
pero cuidamos de no romper
(no pases debajo de una escalera,
no entregues la sal en el aire,
no rompas un espejo)
Mi salto, siempre con euforia,
abunda la dopamina
en mis neuronas.
DOS. Vamos bien
si no piso el diagrama
y me mantengo callada
en los cuadros del infierno.
Ritos del pasaje 
son cumplidos.
Soy feliz, lo digo,
lo escribo, me rio.
Insomnio del bueno.
Me digo que no importa
el cómo, 
sino cómo
florece la trama entre nosotros
entre vos y el arte,
entre yo el deseo.
Saltando, llegar al cielo.
Pero, me pueden los celos.
Vuelvo tres casilleros 
atrás.
No hay linealidad
en lo que hace
mi tejo 
de rayuela.
Tan lejos el cielo
autoimpuesta quimera.
Siempre vuelvo a jugar,
moretones, raspones
brotando en las rodillas,
amor - dolor violeta.
Nunca mis pies descalzos
pudieron estar quietos.
Me agregas dificultad:
ahora salto
con ojos vendados.
Puedo caer 
en casilla CUATRO
o pisar las líneas de lo insano,
lo que no das,
lo que no es.
La fantasía 
que se diluye
en brusca caída
de serotonina.
Pierdo. Pisé las rayas
o se fue el tejo
lateralmente,
no sé
por qué pierdo.
Pero siempre vuelvo
a jugar.
CINCO. SEIS.
Laberintos, espirales
de anagramas
bajo soles de invierno.
Vuelve SEIS casilleros
atrás...
me lastimo y aún juego.

jueves, 21 de marzo de 2013

LAVARROPAS (2011)


Si cuando pongo
el  jeans, la remera
y la sábana a lavar
así se fuera
lo que tuve con vos
todo sería perfecto.
Sacarse una prenda
que vivió el roce,
la piel, los fluidos,
las palabras,
los raspones de muro,
los sonidos
y al ponerla a girar
en lavarropas
la espuma y el agua
me devuelvan
un trapo nuevo,
listo para otro día,
otras notas, otro cuento.
Me tiro a mirar
absorta el movimiento
de mi máquina de lavar.
Cendales de espuma
ahogando huellas,
golpea el agua
y la remera,
el jean, la sábana
se desprenden de todo,
se entregan a los giros.
Druidas de siglo XXI.
Se entregan a los giros,
entregadas.
Después viene el sol
que las calienta,
esteriliza quemando
algún rebelde recuerdo,
puedo ver la trama de la tela
perfectamente renovada
colgando de dos broches rojos
contra el cielo.
Ahora se entregan
en el tendal, al viento.
Y si no fuera suficiente
el agua, el jabón,
el lavarropas, el tendal,
el viento;
puedo pasar todo
por la prensada de calor
que da la plancha,
que lo estire a su modo:
corte pliegues,
que ponga el lienzo liso,
recto, en su lugar, en orden,
en escuadra;
y así se eliminaran
los vestigios
de madrugadas con vos,
de tu saliva, tu peso
tus bacterias…
qué bueno…
Me hipnotiza el proceso
y me lavo en lavarropas,
me cuelgo de un tendal,
después de un par de horas
me balanceo al viento,
y me quemo con la plancha
para que me quede
bien claro el dolor…
y no vuelva a hacerlo.
Finalizado el proceso
Dios! no me pasa lo mismo
que a la sábana, al jean
a la remera blanca.
No me pasa.
No se me pasa.
Entonces, hago
un bollo la remera,
arrugo la sabana
y me pongo el jean
ahora roto, desflecado.
Comprobación empírica:
no me sirve el proceso…
o me habré equivocado
en un paso del lavado.
No me acerques el manual,
que los detesto.

sábado, 16 de marzo de 2013

Radio Glam (2011)


La radio trae
la cadencia de tu voz
y me pierdo el relato.
Sonido que flashea
la secuencia
de una risa, tu cuerpo
y dos rosarios.
Apenas conozco
tres rayos del iris
de tus ojos claros.
Pero sé que no dormís
sereno y aún
te gusta taparte en el verano.
Algunos de tus miedos
cubiertos con los modos
de un glam descuidado.
Las flores de tus calles,
el brillo de tu pelo,
algunos mediodías
de pulso acelerado.

martes, 12 de marzo de 2013

EXCESIVA (6-6-2011)


Dicen mis amigas
que soy excesiva.
Lo sé. Lo sabemos.
Qué remedio?
Anita busca un elixir
en su repertorio
mientras el iris azul
se le oscurece un poco,
que con su amor
no puede
sosegarme, adormecerme,
templarme, bajarme.
Ella se apena,
lo noto en su silencio
y en su palabra.
Y no se rinde.
Con paciencia
intenta redimirme.
Excesiva en exceso,
de sulfur, de fósforo
mi cuerpo,
que sólo está pidiendo
cigarrillos,
sexo y otros vicios.
Nublada la razón
o casi muerta,
no hay ideación coherente
que comprenda.
Siento, siento, sólo siento
como una llaga
abierta al universo,
orificios ávidos
e infinitos.
El tiempo que martilla
es un delirio.
Pulsión vital irrefrenable
compulsiva
maneja cada parte;
piojo del adicto
que rasca sus rodillas,
dilatación pupilar
de cocaína,
humedad de carne sin edad,
temblor
de las manos al pitar.
Soy como
una pipa
humeante de crack.
Como un ciego
nuevo,
que se choca todo
al caminar.
Un peligroso intersticio
en la ciudad conservadora.
Un desubique,
chistes de Almodóvar.
Frecuencia cardíaca
incontable,
detención del apetito,
alucinación
de un autor maldito.
Soy el rojo que eligió
Guillermina.
Soy el cuadro
que no encontramos
todavía.
Soy una condenada
a quemarme
en tres minutos,
lo que dura un orgasmo
o un insulto.
Soy una lanza
que desea correr límites,
que busca
deshacer lo conocido,
que no se entretiene con lo vivido,
que necesita llamas
aun mas inmensas
aunque no haya motivo.
Angustia sin fin –
dijo Octavio Paz-
de la poesia.
Con Octavio, con Federico,
con Miguel
me perdería
en retruécanos
como ecos
que vienen y van,
sin detenerse, nunca.
Excesiva
y para el mundo, absurda.
Desubicada
en un platteau
de garcas y de espuma.
Excesiva, buscando
alguien que sobrepase
aun más,
lo que voy entregando.-

VT
6-6-11

lunes, 11 de marzo de 2013

ELLA Y EL (OCT 2011)


Ella guarda
jazmines, lavandas
y flores amarillas.
El usa la noche
como capa y trae cometas.
Ella lo mira
de espaldas en el piso,
mientras él actúa;
luceros y tretas.
El no usa reloj,
ni GPS
y con los dedos
fija mundos paralelos.
Ella le pone una sonrisa
a las marcas
de sus uñas en el suelo.
Ella y él se beben
instantes
en el oxímoron
del destiempo.
El pinta deseo
con tres gramos
de alcohol en vena.
Ella carga deseo
en piel
engrilletada de cadenas.
El no tiene
ilación discursiva
aunque tenga numen
y blasfemias.
Ella pisa descalza
guijarros de sofismas
que la ciegan.
El se fue construyendo
de artilugios y ripio.
Ella sólo es animal
paleolímbico.
El se maneja
entre fuga de fusas
de tiznada ceniza.
Ella nunca
pudo dejar de testear
cómo queman las velas,
cómo pincha una ortiga
en su propia tela.
Ella y el, en dos meridianos
paralelos, infinitos
y de barro.

sábado, 9 de marzo de 2013

ACERO (DIC 2011)


Aún en este siglo,
inocencia.
Aún en tantos años,
inconsciencia.
Girasoles arpegiados
en las curvas
de los labios.
Yo sentí tu calor
y  fue tan claro
como clavarme
el acero
de tus ojos de gato.
Falanges en las cuerdas,
los puños en mi pelo,
el juego en el espejo,
el round vertiginoso
de un mundo masculino
y parco.
Tatuajes empapados
que cambian de color
desde alguna noche
de setiembre impensado.

viernes, 8 de marzo de 2013

BORDE (agosto 2011)


Cuando los sonidos
habituales marcan
que recomienza
el arbitrario segmento
que la especie humana bautizó día,
cuando involuntariamente
las pestañas se hamacan
despegando el rimmel
-oscuro cemento –
debes rasgar la frontera
entre el suelo y fantasía.
El límite ha sido para mí
siempre un problema.
Algunos buscan sueños
en las drogas y la noche.
Un video clip de cuatro
minutos de veneno,
dos o tres repeticiones,
después vuelven al acto
del traje, el negocio,
el aula, el precipicio.
Video clip burbuja
de la burguesía,
con tres televisores
en sus casas
para mirar el desfile
y la comparsa.
Un toque en cada pantalla.
Sólo un toque.
Un toque de facebook
rápido y aséptico.
Una revelación
en ciento cuarenta caracteres.
El borde, siempre un problema
para los demás, en mí.
Aún sigo sin ver porqué
sólo cantar en la ducha
y no en las calles;
porqué no enamorarse
en un minuto
del malabarista de las clavas luminosas
de Corrientes y Alsina.
Los que buscan el borde
sólo se animan
a ser espectadores casi mudos
del video, la foto,
el mensaje en terreno virtual
-bien separado, Dios los guarde-
del suelo, el expediente,
las cuentas,
las relaciones que los tocan
- o no tocan –
las flores que no compran,
las cartas que no mandan,
los besos sin sonrisas
los engaños que pergeñan
o se bancan,
las pálidas resignaciones
que llaman calma.

jueves, 7 de marzo de 2013

APRENDÍ (julio 2011)


Aprendí que me gustan
tus ojeras tatuadas
y tu voz profunda
atávica, envolvente.
Aprendí a perder
y perderme.
Pero aprendí  también
que la escena montada
me conecta a la muerte.
Me aprendí de nuevo
como flama magenta,
y me brotó insensato
lo que soy, lo que doy
en el juego.
Pero aprendí también
las fallas del feed-back,
los destiempos.
Aprendí, no lo lamento.

martes, 5 de marzo de 2013

A VECES (JULIO 2011)


A veces me olvido
de todo
y sólo siento,
mi cuerpo.
A veces,
me da zozobra
el escenario.
Camino extraño entre
luces naranja
compuestas
de secretos.
A veces
quiero probar
todos los vasos
que me ofrece
este tiempo…
Y me freno,
por no dar
con lunas
menos redondas,
con whisky
menos intenso;
con esos
que no tienen alas,
los  defensores de lo gris
y el raso del  suelo.

lunes, 4 de marzo de 2013

CAOS (JUNIO 2011)


Un ardoroso nudo
anida en mi torso,
una inquietud
irrefrenable, aquí en mis piernas;
desde que toqué tu cuerpo
no hay más que locura
en el mío y desenfreno.
Locura, dolor y todo a pleno.
Me clava una espada
tu mano con pulseras,
me tira una bengala
tu sexo certero,
me estrujan tus brazos
tan sin miedo,
y tus ojos, como decirlo
son taladros de acero.

Si apenas puedo respirar,
apenas vivo,
porqué es tan profundo
el desamparo
si debería
ser feliz por haberte
al fin, hallado.
Tan revulsivo siempre
es mi estado,
como un Estado de Africa:
negros y caos.
Tan oscura soy?
tan retorcida,
que me encadeno
a una pasión
que me anula y domina.


Mis dias son, hacer
cosas maquinalmente:
me tomo unos mates,
hago fierros
obsesivamente,
como si en ello se fuera
a extingir el fuego
que me lleva
con la mente en blanco,
como un perro
siguiendo un rastro
débil pero cierto.

Me envenena tu voz
y tu caricia.
Y que me digas, te amo
me condena
a entregarme
como esclavo abisinio
sin papeles ni prebendas.

Ya se lo dije a Anita,
hubiera querido
(como si yo pudiera
elegir un camino…)
un hombre con menos imán
para mis venas.
Son casi las doce
y estoy en vela,
como estaré toda la noche
sin sentido.
Destruye mi cuerpo,
bajé dos kilos,
y aun asi
tiro más leña.

Maduramente sé´
que esto es amor.
No gano en mentirme.
Antes podia dudar
ingenuamente;
sabia menos de mí
otros otoños
en que la razón del deber ser
lo eran todo.
Desnuda de disfraces,
de reparos, de tapujos,
de rellenos, de mañas
desnuda al fin, como soy entera,
me quemo, me destruyo
en tu caos de interminables parisienne
y lunas llenas.
En las sorpresas, las risas
en los besos, en el cuerpo
en el brillo de un aro indecente
en lo amoral
lo sexual
lo repentino,
dejando mis construcciones,
por sentirte un minuto.



domingo, 3 de marzo de 2013

PARA EL FLAQUI (1993)


Para el Flaqui que termina la Residencia
16-4-93

Ya pasaron tantas noches como esta,
dos ventanas color verde
que a lo lejos te dibujan el mar…
Luces rojas y celestes: toda la ciudad,
y del marco para adentro
cuatro camas, unas fotos,
un pedazo de historia de hospital.
Inoportuno y desquiciante este teléfono ,
madrugadas con jeringas en la mano,
unas risas que recortan
el tedio, el cansancio y el desgano.
Si pasaron mil noches entre puchos y birras
hoy se te hacen tan cortas,
tan vividas de prisa
no podés ni querés entender que terminan…
Si pasaron mil noches y corrieron mil días
hoy ya varios se fueron y dejaron fantasmas
que caminan el HIGA.
Si viviste tres años la angustiosa rutina
de esos que aquí venían,
de correr los pasillos, de gritar y pedir
y sentirte en la mira,
hoy el mundo es el blanco
y tu cuerpo saeta
con su propio trayecto va buscando un designio,
llevará en su madera
de tu esencia ese fuego
y el bagaje profuso de lo que has aprendido.


viernes, 1 de marzo de 2013

DAGMAR (1985)


Dagmar tenía dieciséis años
y era una niña,
lo sé aunque nunca haya visto
sus ojos tensos y asombrados,
su pelo erectándose al peligro,
sus ideas avanzando.
Lo sé, era una niña,
porque sólo una niña
pudo concebir tanto valor,
tanta fuerza, tanto entusiasmo
que la llevaran
a decirle “no”
a esos hombres
de sonrisa cínica
y botas brillando;
porque sólo la inocencia
de una niña
pudo ponerle alas al quebranto
y gestar himnos nimbados
de esperanza,
y soñar una patria de cielo limpio
sin secretos horrendos,
sin soborno ni miedo,
sin prejuicios arcaicos.
Dagmar tenía dieciséis años.
Caminaba mirando hacia adentro,
concibiendo libertades,
despertando letargos.
Las pisadas detrás suyo
se hicieron tropel atolondrado.
Una, dos, mil balas
se le hundieron por la espalda.
Por la espalda. Sí.
Como sabían hacerlo
con sus caras de santos,
por la espalda. No hay otro modo
de matar a una niña
sin morirse allí mismo,
perforado de espanto.

30-1-85 miércoles